En Yerba mate y cooperativismo en la Argentina, Lisandro Rodríguez estudia una región marginal del Noreste Argentino y su producción preponderante: la yerba mate.
El último capítulo analiza las transformaciones internas de las cooperativas tomando dos casos de estudio: la Cooperativa de productores Jardín América, en el sudoeste de la provincia de Misiones, y la Cooperativa Andresito, situada en la ciudad Comandante Andresito, al norte de esa provincia.
Compartimos algunos fragmentos sobre esta última:
“La Cooperativa Andresito, ¿una experiencia a contramano?
La Cooperativa Yerbatera de Andresito Ltda. se crea en 1983 en consonancia con el retorno de la democracia. Es una de las instituciones más nuevas del sector yerbatero. Su estatuto fija como objetivo de la institución la provisión, transformación y comercialización para productores de yerba mate. En la actualidad nuclea a 104 socios, y la incorporación de nuevos productores es restringida, aunque se permite –previa autorización del Consejo Administrativo– la transferencia de acciones entre sus asociados y la ampliación de la base asociativa a los hijos, con el propósito de acrecentar –en palabras del presidente– la ‘familia yerbatera’ y cooperativista.
“Aquí la responsabilidad es de todos, el secadero es para secar la yerba del socio, aquí debemos elaborar nuestras cosechas, aquí vamos a sacar los mejores resultados. Nuestra sociedad cooperativa está amparada por un estatuto que señala un rumbo y que servirá de ejemplo si estrechamos fila, hombro a hombro como verdadera familia y para el bien de todos.”
La característica más destacada es que no cuentan con la figura de gerente. Esta decisión escapa a la lógica que envuelve al asociacionismo en las últimas décadas. Los cambios experimentados en el mercado y la necesidad de modificar la estructura tradicional de las cooperativas –para orientarlas a una lógica regida por la eficiencia empresarial– las lleva a optar por el gerencialismo. Así, las asociaciones tienen un modelo cada vez más empresarial, aspecto que contribuye a distanciar y polarizar los objetivos institucionales y los de los asociados.
“No tenemos gerente porque la experiencia de las otras cooperativas no es muy buena. Hay que tener en cuenta que nuestros socios ya formaban parte de alguna cooperativa antes de venir a Andresito. Además, nos mantiene activos a todos los miembros del Consejo y también a los socios para tener un control de las actividades y sobre todo de los movimientos de la cooperativa.”
(…) La estructura interna de la entidad está compuesta por tres secaderos, un molino y dos empaquetadoras. Además, se encuentra en construcción un nuevo secadero, que incorpora tecnología de punta para el secado acelerado de la yerba por medio del control de temperatura. La entidad logra posicionarse en el mercado nacional a través de su marca propia, Andresito, aunque en sus inicios actúa como subsidiaria de yerba mate canchada de otras cooperativas y molinos.
(…) Las ventas más importantes se realizan en la provincia de Buenos Aires, seguida por Misiones, Santa Fe y La Pampa, y también se efectúan operaciones en Córdoba y Corrientes. El mercado externo en la actualidad está cerrado, aunque no se descartan futuras ventas (la entidad realizaba venta directa a Rusia, Siria, Chile, Corea y también Brasil).
“Yo recuerdo que cuando empezamos con el tema de nuestra propia yerba, allá por 1997, era todo novedoso para nosotros. Además, la crisis de la yerba se hacía sentir, y vender yerba molida era todo un riesgo, porque había muchas marcas que ya son reconocidas. Tuvimos que aprender cómo posicionarnos y tener alguna estrategia que no conocíamos muy bien. Para empezar, teníamos que tener promociones, como dos por uno; eso era dificultoso, porque la yerba no estaba bien pagada a los productores y además siempre priorizamos yerba de buena calidad, y eso era más costoso para nosotros. El molino primero no daba ganancia, y ver lo que es hoy es un orgullo para todos.”
La ficha del libro y el link de compra: http://bit.ly/yermate