Tertulia fue una intervención sonora y visual nocturna realizada en el Cementerio de la Recoleta y producida por el V Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) en 2005.
Aquel año, el Festival presentaba una nueva sección, el Proyecto Cruce, que se proponía producir intervenciones artísticas interdisciplinarias en espacios públicos. De las más de 30 obras que se presentaron, Tertulia fue una de las cuatro seleccionadas para llevarse a cabo.
Apenas anunciada la propuesta, el espacio público elegido por los realizadores de Tertulia desató una serie de conflictos y enfrentamientos con la Asociación Amigos del Cementerio de la Recoleta y con vecinos autodenominados “notables” del mismo barrio. Esto derivó en la presentación de un recurso de amparo para lograr la cancelación del evento.
Tertulia se suspendió momentáneamente y debió ser reprogramada una vez resuelto el problema legal. Estos conflictos tuvieron una significativa repercusión en los principales medios de comunicación del país, que cubrieron Tertulia desde la polémica con los vecinos y no tanto como obra de arte.
Griselda Soriano escribió “Aquello que el arte devela”, un texto para el Limbo de Tertulia, el libro, en dónde analiza cómo La Nación, Clarín y Página 12, fueron contando lo que sucedió con la obra.
“La Nación escogió un lugar de enfrentamiento con la obra y sus creadores que reveló claramente una ideología basada en la defensa de ciertos valores tradicionales, que antepuso lo sagrado, lo privado y la historia oficial como ideales en su contienda, apoyando a los sectores privilegiados, y manteniendo una concepción acerca del arte que excluye a aquellas expresiones que no se limitan a reafirmar estos valores o a reproducir lo ya conocido. Fue este el medio que mayor incompatibilidad presentó con respecto a la propuesta de Tertulia, tanto con respecto a su orientación ideológica como en el planteo estético. Clarín, por su parte, se mantuvo en un lugar bastante más moderado, casi neutral; lo separó de Tertulia una distancia estética considerable, pero no se enfrentaron desde lo ideológico. De los tres medios fue el que manejó una menor cantidad de información. Por otra parte, Página/12 apoyó a los artistas y les brindó un espacio, demostrando una coincidencia estética e ideológica con la propuesta. Manifestó un mayor interés que las demás publicaciones en lo que Tertulia era como obra de arte, y profundizó un poco más en el tema, yendo más allá de la información del catálogo a la que se limitaron Clarín y La Nación. Los tres diarios, sin embargo, se vieron más interesados por lo que sucedía con Tertulia como hecho de actualidad, como escándalo, que por lo que significaba como expresión artística.”
A continuación, algunas notas periodísticas que se publicaron sobre la obra:
- El pasado se levanta y anda, Página 12
- En la Recoleta los vecinos no quieren que se monte un show de luz y sonido, La Nación
- Vecinos de la Recoleta en contra de una obra en el cementerio, Infobae
- Frenan un show en el cementerio de Recoleta, La razón
- Finalmente se hará “Tertulia” en el cementerio de la Recoleta, La Nación